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Las compras indirectas impactan en la estrategia de Compras

Las compras indirectas suponen alrededor del 20 % del gasto de una empresa. Descubre los retos que implican esta tipología de compras y cómo reducir costes.

Indirect Spend

En este artículo encontrarás:

Las empresas que controlan, simplifican y homogeneizan sus procesos de compra pueden ahorrar entre un 10 % y un 25 % en productos y servicios, al tiempo que reducen las compras aleatorias en la cola de gasto. Así se recoge en un reciente artículo de McKinsey, en el que también se muestra cómo el gasto en compras indirectas ha aumentado en torno a un 7 % cada año desde 2011. Sin embargo, con una estrategia de compras que incluya también la cola de gasto es posible marcar la diferencia.

El principal reto al que se enfrentan en la actualidad los responsables de Compras son los entornos VUCA (acrónimo inglés de Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad), a los que hay que sumar la inflación, la inestabilidad en las cadenas de suministro y las normativas sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC). El objetivo de la mayoría de CPO es controlar los costes asociados a los procesos de adquisición y compra, sobre todo los referentes a suministros esenciales que pueden influir en el precio de sus productos y servicios. Sin embargo, las empresas suelen pasar por alto el gasto en compras indirectas. Ha llegado la hora de revertir esta tendencia.

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¿Cuál es la diferencia entre compras directas, compras indirectas y cola de gasto?

Las compras directas se encargan de cubrir las necesidades básicas de la empresa, para que esta pueda fabricar sus productos y ofrecer sus servicios. Por su parte, las compras indirectas incluyen los productos y servicios utilizados por una empresa para llevar a cabo sus actividades diarias. Es decir, bienes y servicios de gran valor, como vehículos, oficinas, alquiler de maquinaria o cualquier servicio prestado por terceros.

En términos generales, las demandas en la cadena de suministro siguen el principio de Pareto, según el cual el 80 % de las transacciones (tanto en compras directas como indirectas) cubren solo el 20 % del volumen de gasto y están relacionadas sobre todo con bienes o servicios estratégicos gestionados por el departamento de Compras. Por lo tanto, la cola de gasto abarca las compras indirectas de los denominados «artículos de clase C». Se trata generalmente de compras esporádicas y de escaso valor que no se gestionan de forma centralizada desde el área de Compras. Aunque estas compras representan solo el 20 % del gasto total de una empresa, suponen al mismo tiempo el 80 % de los suministros y suelen involucrar a un gran número de proveedores.

Infografía con la diferencia entre compras estratégicas y compras indirectas (Fuente: Unite)
El principio de Pareto o «regla del 80/20» afirma que el 80 % de las consecuencias proviene del
20 % de las causas

Los bienes y servicios catalogados como cola de gasto varían en función de la empresa y el sector. Por ejemplo, según un artículo de Boston Consulting Group, «un fabricante de turbinas puede tener más de 130.000 artículos dentro de esta categoría, mientras que un banco tendrá con toda probabilidad bastantes menos». La cola de gasto incluye cualquier artículo que la empresa necesite de manera puntual y de naturaleza muy diversa. Generalmente se categorizan como suministros de recambio o papelería, aunque estas demandas pueden ir desde una escalera, a un microondas o una taquilla de vestuario.

Las compras de cola de gasto son necesarias para el buen funcionamiento de la empresa. Sin embargo, los departamentos de Compras suelen carecer de recursos suficientes para gestionarlas de forma eficiente. Esta carencia se debe, en la mayoría de los casos, a un bajo retorno de la inversión. Es cierto que, para muchas empresas, dedicar recursos a esta tarea no supone un ahorro sustancial.

La responsabilidad de comprar estos artículos suele recaer en distintos departamentos de la empresa e incluso en los empleados, que según el artículo suelen recurrir a la opción más cómoda o inmediata, aunque no sea siempre la más efectiva, pues no disponen de contratos marco ni procesos estandarizados de adquisición y pago. Esta situación deriva en una falta de control sobre el gasto (siempre por debajo de un cierto umbral), sobre los artículos adquiridos y sobre los proveedores. Es lo que se conoce como maverick buying y describe un contexto en el que los trabajadores compran lo que necesitan sin seguir ninguna estrategia.

Gestionar las compras indirectas y las compras aleatorias

Muchos profesionales de Compras consideran que el efecto del maverick buying en la cola de gasto es inevitable, y que la gestión de estos procesos es demasiado compleja y poco rentable. Sin embargo, el coste en términos económicos puede ser bastante elevado. Además, la reputación de la propia marca también puede peligrar debido al incumplimiento de las políticas de empresa en materia de sostenibilidad o de licitaciones, e incluso de asuntos de mayor gravedad, como el blanqueo de dinero o la vulneración de los derechos laborales.

El hecho de que los compradores no utilicen catálogos de proveedores previamente aprobados por la empresa o con precios personalizados plantea importantes retos. Las compras improvisadas desembocan en una falta de datos estructurados y comprometen la transparencia de todo el proceso. De este modo, los responsables de Compras ven limitada su capacidad para analizar el gasto e identificar oportunidades de ahorro mediante, por ejemplo, la compra al por mayor o a través de la optimización de la distribución interna.

Del mismo modo, también aumentan los costes de gestión. Los departamentos de Contabilidad tienen que tramitar facturas no estandarizadas de diferentes proveedores, y han de comprobar y registrar manualmente cada gasto para asignarlo al centro y tipo de coste correcto. El nivel de complejidad aumenta aún más si no hay factura, o pedido contra el que asignarla, y si el pago se efectúa con tarjeta de crédito, dinero en efectivo o se entregan justificantes de pago con distintos formatos.

Ventajas de las herramientas digitales para la gestión de compras indirectas

Cuanto mayor es la empresa, mayor es el gasto en compras directas e indirectas y mayor es el valor de la cola de gasto, según el principio del 20 %. Las nuevas tecnologías y la optimización de procesos pueden facilitar el ahorro a los departamentos de Compras, evitando así recortes en otras áreas de la empresa.

Por ejemplo: si el gasto total de una empresa es de 1.000 millones de euros, en torno a 200 millones se corresponderán con la cola de gasto. Un ahorro potencial del 10 % en la cola de gasto, supondría 20 millones de euros.

Gráfico sobre los gastos de empresa y la cola de gasto (Fuente: Unite)
Ejemplo genérico de los gastos de una empresa

Entre las ventajas de la gestión de la cola de gasto figuran:

  • La reducción de tareas meramente administrativas y simplificación de los flujos de trabajo.

  • La mejora del cash flow y la disminución de mercancía almacenada.

  • La identificación de posibles oportunidades de negociación.

  • Una mayor consistencia en las compras, ya que una cadena de suministro de confianza ofrece mayor oferta que asegura la disponibilidad de los productos y evita la constante evaluación de proveedores alternativos.

  • La mejora la eficiencia en Compras (menos proveedores equivalen a menos dispersión de procesos) y la transparencia de datos.

Con la estrategia de compras indirectas adecuada, las empresas pueden maximizar el retorno de la inversión (ROI) del dinero destinado a nuevas tecnologías. Esto es así gracias a la integración de sistemas mejorados para la gestión de informes y contratos, que permiten extraer datos y previsiones, y optimizar el gasto. La automatización de las tareas manuales y repetitivas también garantiza la reducción de errores y minimiza los recursos empleados, lo que permite a los responsables centrarse en otras tareas más estratégicas.

Calcula el potencial de ahorro

en tus compras indirectas

Además, las autoridades e incluso los propios clientes exigen que las empresas cumplan normas cada vez más estrictas en materia de responsabilidad social corporativa (RSC), especialmente en el sector B2B. Las mejores estrategias tienen en cuenta estos aspectos para garantizar que las compras cumplen con las políticas corporativas de compliance de acuerdo con un suministro ético, la prevención del fraude y la responsabilidad legal.

Al igual que miles de empresas privadas y organizaciones del sector público, en Unite utilizamos el marketplace de Mercateo y las funcionalidades de la plataforma de e-Procurement para realizar compras indirectas. El marketplace alberga millones de productos de proveedores homologados, mientras que la plataforma permite simplificar los procesos y perfeccionar la estrategia de Compras.

Gráfico con 7 pasos para desarrollar una estrategia de compras indirectas (Fuente: Unite)
Proceso en 7 pasos para aumentar la transparencia en Compras

Siete pasos para desarrollar una estrategia de compras indirectas

La tecnología permite a los departamentos de Compras mantener el control y aumentar la transparencia de la cola de gasto, simplificar los procesos y, por consiguiente, reducir los costes. Asimismo, las herramientas de análisis de datos (que cada vez más utilizan la inteligencia artificial o IA) pueden encontrar pautas de compra frecuentes, identificar potenciales áreas de mejora, optimizar recursos y anticipar necesidades futuras.

1. Limpieza y categorización de datos

El primer paso para aplicar una estrategia de Compras en una empresa es diferenciar la cola de gasto de las compras aleatorias. Para ello, es necesario disponer de unos datos precisos y bien estructurados, que permitan identificar los gastos sin asignar o asignados a un centro de coste erróneo. De este modo, se logra aumentar la transparencia y la comprensión de la información, y tomar mejores decisiones.

2. Análisis del gasto por producto, categoría, proveedor, usuario final y volumen de compras

Disponer de datos precisos y detallados facilita el análisis y la identificación de posibles ahorros y mejoras. Un método eficaz para visualizarlos con rapidez consiste en generar gráficos de los gastos por departamento. Así se logra motivarlos a mantener el gasto y el número de proveedores bajo control, sobre todo tras experimentar los beneficios directos (p. ej., más tiempo para las cuestiones estratégicas).

3. Análisis y gestión de riesgos

Una empresa se expone a diversos riesgos, como la continuidad del negocio o la pérdida de valor de la marca. Por ese motivo, es útil identificar los riesgos financieros y de imagen asociados a las compras, como los relacionados con el impacto medioambiental, el comercio de sustancias peligrosas o la huella de carbono de los productos (sobre todo si se tienen en cuenta las emisiones de alcance 1, 2 y 3 como parte de los criterios ESG). Estos datos también permiten prevenir posibles interrupciones en la cadena de suministro y encontrar nuevas alternativas con antelación.

4. Metodología SMART: definición de los KPI

Una vez se han analizado los datos para identificar las posibles mejoras, es necesario involucrar a todos los agentes. La primera opción (ver paso 6) es incluirlos desde el inicio del proceso para elaborar una estrategia conjunta con la que todos salgan ganando. Otra alternativa es emplear los datos para definir los indicadores clave de rendimiento o KPI de manera SMART (acrónimo en inglés de Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y acotados en el Tiempo) y otros objetivos compartidos que puedan impulsar un cambio en la cultura y la conducta empresarial en lo referente al proceso de Compras.

5. Verificación del flujo de datos digital

Para gestionar las compras indirectas en un formato digital, la empresa debe revisar primero los sistemas de e-Procurement que utiliza, incluido los catálogos en línea (e-catalogue), los programas de facturación electrónica y todas las herramientas que intervienen en el proceso P2P. El objetivo es mejorar la automatización e integración de los datos, para reducir los costes entre un 30 y un 40 %. Por eso, contar con un marketplace que centraliza la facturación y los pagos a través de un único punto de venta y que facilita un historial de transacciones es una solución ideal.

6. Colaboración entre todos los agentes de la cadena

La participación de las partes interesadas es esencial, ya que mantener el control sobre las compras indirectas y la cola de gasto puede parecer que reduce la autonomía de los departamentos. Sin embargo, utilizar un marketplace online para las compras indirectas ofrece a los usuarios libertad y garantiza una mayor transparencia y el cumplimiento de las políticas de empresa. Los usuarios se benefician, a su vez, de un mejor servicio por parte de los proveedores (plazos de entrega y condiciones de devolución) y se les garantiza productos de calidad dentro de un proceso de compra estandarizado. La experiencia nos dice que un usuario satisfecho (incluido los empleados) es, sin lugar a dudas, el mejor aliado para nuestra estrategia empresarial.

7. Control de la evolución y mejora continua

Definir y poner en marcha una estrategia de Compras es solo el comienzo. La parte más complicada es mantenerla a largo plazo. Esto requiere de una evaluación y mejora continua para digitalizar, optimizar y simplificar los procesos internos de compras hasta conseguir que funcionen a la perfección. No hay una única forma de hacerlo, pero una propuesta es introducir la nueva estrategia en un departamento y adaptarla sobre la marcha tras comprobar lo que funciona y lo que no. Cuando el resto de departamentos vea que la estrategia es eficaz, lo más probable es que también quieran implantarla.

Conclusiones

La cola de gasto no suele formar parte de la estrategia de Compras de las empresas, pero su optimización permite reducir costes, mejorar la eficiencia y limitar el número de recursos empleados. Como se muestra tanto en el artículo de Boston Consulting Group como en la calculadora de ahorro de Unite, la digitalización de las compras puede reducir el coste de los procesos P2P hasta en un 42 %.

Además, permite que la empresa sea más ágil y capaz de adaptarse a la volatilidad de los mercados. Esto se debe, en parte, a la posibilidad de crear nuevas redes de proveedores y de recopilar datos precisos sobre las tendencias del mercado. Esta información también permite realizar mejores previsiones de negocio y hacer una gestión más eficiente del flujo de caja y del capital circulante.

De hecho, la inclusión de la cola de gasto en la estrategia de Compras refuerza la posición de los departamentos de Compras como pilar estratégico dentro de las empresas, ya que reivindican su rol de expertos en la materia. Si te ha gustado este artículo, te invitamos a descubrir más contenidos de este tipo en el blog de Unite.

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