La volatilidad ha llegado para quedarse. La pregunta es: ¿qué supone eso para el sector del e-Procurement?
Las cadenas de suministro de todo el mundo se vieron sometidas a una gran presión durante la pandemia de COVID-19. Y cuando la situación parecía estabilizarse, se produjo el estallido de la guerra en Ucrania. Según los últimos datos del Banco Central Europeo (BCE), la escasez de suministros en territorio europeo sigue registrando niveles históricamente altos. Por este motivo, el pasado septiembre, el BCE elevó la inflación anual prevista para 2022 en un 1,3 %. Esto es un indicador de que la situación actual se prolongará durante el 2023. En este contexto, el acrónimo inglés VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) ha entrado con fuerza en nuestras vidas.
El aumento de la volatilidad en Europa está estrechamente relacionado con los problemas de conectividad y las sanciones a las materias primas procedentes de Rusia. A esto hay que sumar las huelgas y protestas de los trabajadores del sector del transporte en distintos países de Europa.
Muchas empresas han subestimado la magnitud de estos factores y el tiempo necesario para sobreponerse a la escasez de suministro a nivel mundial, por lo que les ha costado diseñar una estrategia para gestionar la crisis a medio y largo plazo. La ambigüedad de este tipo de entornos ha provocado un aumento de los precios al consumo, retrasos en los pedidos y la congestión del transporte de mercancías. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro ha contribuido a ralentizar el crecimiento y a elevar la inflación.
Según las cifras publicadas por Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE), la inflación anual de la eurozona pasó del 9,9 % en septiembre de 2022 al 10,6 % en el mes de octubre. Un año antes, la tasa era del 4,1 %. En los países de la UE, la inflación aumentó un 0,6 % de septiembre a octubre del año pasado. En su última actualización, el BCE prevé una tasa del 6,3 % para 2023 y del 3,4 % para 2024.
A falta de teorías económicas e investigaciones empíricas que ayuden a definir una estrategia clara para gestionar los efectos de esta crisis de las cadenas de suministro, expertos de todo el mundo trabajan para aportar soluciones concretas e ideas innovadoras.
Según un reciente informe del Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (el grupo de investigación y reflexión interno de la Eurocámara), las esperanzas pasan por la digitalización, la sostenibilidad y la colaboración entre países. Además, se anima a las empresas manufactureras a desarrollar nuevas políticas estratégicas para influir positivamente en la gestión de las cadenas de suministro, por ejemplo a través de procesos como el reshoring, el nearshoring o la diversificación.
Este enfoque del servicio de investigación de la UE coincide con los valores y la filosofía de Unite.
En los entornos VUCA, equilibrar el mercado puede resultar complicado. Por esta razón, Unite se ha marcado como objetivo sacar el máximo partido a las innovaciones tecnológicas mediante la fijación dinámica de precios para todos los productos disponibles.
La fijación dinámica de precios es una estrategia centrada en aumentar las ventas ajustando los precios en función de la evolución del mercado. En determinadas circunstancias, una reducción de precios puede estimular la demanda e impulsar las ventas. Del mismo modo, si hay una gran demanda de un producto, puede ser aconsejable aumentar su precio y explotar el potencial de venta para aumentar los beneficios. La estrategia se basa en adaptarse con rapidez a la dinámica de los mercados y a las expectativas de los clientes.
En Unite creemos en la innovación y el cambio, y consideremos que una de las formas de hacer frente a la volatilidad es comprando de forma responsable y colaborativa.
El lema de Unite es muy claro: «Conectamos las empresas para una economía sostenible». Al poner en contacto a compradores y proveedores a través de una plataforma digital, fomentamos el establecimiento de relaciones comerciales duraderas y la creación de valor a lo largo plazo.
La inestabilidad de los entornos VUCA hace que sea complejo avanzar según lo planeado, pero la sostenibilidad ha de ser siempre un componente indispensable. Identificar las preferencias de compra en materia de sostenibilidad es, sin lugar a duda, un beneficio tanto para los proveedores como para el medioambiente. Pero para que funcione, debe haber un compromiso mutuo por parte de compradores y proveedores. Si los compradores otorgan un valor económico a los productos sostenibles, los proveedores también serán más propensos a incluir la sostenibilidad en su modelo de negocio para rentabilizarla. En resumen, al asignar un valor a los criterios de sostenibilidad, los proveedores pueden invertir en mejorar sus servicios y maximizar los beneficios de cada transacción, determinando el precio que los compradores están dispuestos a pagar. Además, esta información puede ser fundamental a la hora de tomar decisiones sobre la incorporación de nuevos productos y servicios.
En Unite, el desarrollo de la conocida como economía verde, que apuesta por las bajas emisiones, la optimización de recursos y la inclusión social, va de la mano de las innovaciones digitales. Las integraciones innovadoras y automatizadas de la plataforma Unite permiten impulsar el cambio en toda la cadena de valor para satisfacer las necesidades variables de los compradores, al tiempo que ayudan a los vendedores a participar y revitalizar sus mercados. Todo ello manteniendo la confianza como piedra angular sobre la que se asientan las relaciones y las transacciones comerciales.
Sin duda, este es el camino que debemos seguir.
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